"El Garbanzo peligroso"
Un día un garbanzo peligroso se cayó de la cama. Hizo "kec" y despertó a la pulga que vivía sobre el gato.
La pulga hizo "bú" y despertó al gato que se colgó de la soga de la campana.
La campana hizo "clin clon" y despertó a las palomas azules.
Las palomas hicieron "rucucú" y despertaron a las gallinas. Las gallinas hicieron "cloqui" y despertaron a tía Sidonia para que les diera maíz.
Tía Sidonia hizo "muaaa" y despertó al ratón que duerme en su zapato.
Y el ratón tropezó con un garbanzo peligroso que estaba debajo de la cama.
- Kiii -dijo el ratón, y salió volando a contar a todos que bajo la cama había un garbanzo peligroso que seguramente estaba por explotar como una bomba.
La pulga del gato, el gato, las palomas, las gallinas y tía Sidonia salieron corriendo de la casa y se sentaron en la vereda de enfrente a esperar que el garbanzo peligroso hiciera buuum.
Pero el garbanzo se había dormido debajo de la cama con un sueño chiquito y redondo.
Como tía Sidonia estaba cansada de esperar, tapándose los oídos, tomó una jaula y una escoba y valientemente fue a cazar al garbanzo peligroso.
Y lo cazó. Y lo encerró en la jaula.
- Un garbanzo peligroso debe ser enterrado - dijo el gato. Cavó apuradísimo un pocito y allí fue a parar el pozo con la patas y las palomas con el pico.
Pero entonces el garbanzo peligroso empezó a cantar como cantan los garbanzos cuando están bajo tierra.
Y cantando se puso a brotar y a crecer.
Llenó el patio de hojitas, de ramas que parecían serpentinas, de flores y de vainas llenas de garbanzos peligrosos, redondos, redondos, que ahora sirven a los chicos para contar en la escuela y para jugar a las bolitas.
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